CRÓNICA: R. ESNAOLA.
VIDEO: NACHO
Cuando suena mi despertador a las 6:45, mi primer pensamiento es “que necesidad tengo de hacer esto”, a duras penas me levanto, desayuno, una ducha y nada sigo sin ningún tipo de motivación.
Voy al encuentro de Iñako y Juan, durante el viaje a Orio me intentan motivar y nada….llegamos, cojo el dorsal, un cafecito y mi cabeza dice “que narices hago aquí”.
Durante el aurresku antes de empezar pienso “tengo un objetivo y lo único que tengo es miedo a lo desconocido”, así que cuando subo la 1ª cuesta (a los 50 metros) y me animan Iñaki y Juan, ya he cambiado el chip.
Empiezo muy tranquilo porque la primera gran diferencia con el asfalto es lo lento que pasan algunos kilómetros debido a las cuestas que te obligan a bajar el ritmo y andar, por supuesto lo de llevar velocidad crucero es imposible.
Atravesamos caminos, bosques, caseríos con sus prados y subiendo, subiendo en medio de la niebla, llegamos a la cima del monte Kukuarri en el km 7; noto un escalofrío al pasar entre la gente que nos anima a todos por igual, del primero al último. Disfruto como nunca bajando por un estrecho sendero y llego por fin a una zona llana con el monte a un lado y el mar a otro.
Sobre el km 10 un cartel avisa “ATENCIÓN TERRENO TÉCNICO”, a duras penas consigo andar entre piedras, escaleras naturales y algo de barro (para rematar), a continuación un “muro” de 400m y un desnivel del 24,25%, casi ni andando puedo subir….
Hacia el km 13, segundo avituallamiento y última cuestita antes de llegar de nuevo al alto de Kukuarri. Empiezo a bajar y echo otro vistazo para disfrutar de Orio, el mar y un trocito de cielo azul.
Si a una cuesta abajo complicada le mezclamos piedras, ganas de llegar y cansancio…. el resultado es que se me gira completamente el tobillo y por un instante pienso” SE ACABO”. Entonces como el tobillo está caliente puedo seguir hasta que a falta de un kilómetro veo a Iñaki que se ha quedado con chirrinta el jodido y me acompaña corriendo hasta que llegamos a la altura de Juan, “foto para el recuerdo” y para abajo que no queda nada.
Me coloco el chupete en homenaje a la personita que he llevado en mi pensamiento durante los 18 kilómetros (aparte de a su mami claro) y tras 2 horas 20´ entro en meta, feliz de haber completado mi 1ª carrera de montaña.
Un 10 para la organización y para la gente que vino a animar que hacen que las carreras en el País Vasco sean especiales.
Gracias a Iñaki y a Juan por el madrugón y venir a animarme. La siguiente es contigo Gato!!
Aunque no dejaste venir a tú mami!! Esta carrera te la dedico a ti HIJO MIO.
Por cierto yo de las montañas no me bajo, ya que aunque es muy duro, la recompensa hace que se olvide todo el sufrimiento.
Hasta la próxima!!!!
Voy al encuentro de Iñako y Juan, durante el viaje a Orio me intentan motivar y nada….llegamos, cojo el dorsal, un cafecito y mi cabeza dice “que narices hago aquí”.
Durante el aurresku antes de empezar pienso “tengo un objetivo y lo único que tengo es miedo a lo desconocido”, así que cuando subo la 1ª cuesta (a los 50 metros) y me animan Iñaki y Juan, ya he cambiado el chip.
Empiezo muy tranquilo porque la primera gran diferencia con el asfalto es lo lento que pasan algunos kilómetros debido a las cuestas que te obligan a bajar el ritmo y andar, por supuesto lo de llevar velocidad crucero es imposible.
Atravesamos caminos, bosques, caseríos con sus prados y subiendo, subiendo en medio de la niebla, llegamos a la cima del monte Kukuarri en el km 7; noto un escalofrío al pasar entre la gente que nos anima a todos por igual, del primero al último. Disfruto como nunca bajando por un estrecho sendero y llego por fin a una zona llana con el monte a un lado y el mar a otro.
Sobre el km 10 un cartel avisa “ATENCIÓN TERRENO TÉCNICO”, a duras penas consigo andar entre piedras, escaleras naturales y algo de barro (para rematar), a continuación un “muro” de 400m y un desnivel del 24,25%, casi ni andando puedo subir….
Hacia el km 13, segundo avituallamiento y última cuestita antes de llegar de nuevo al alto de Kukuarri. Empiezo a bajar y echo otro vistazo para disfrutar de Orio, el mar y un trocito de cielo azul.
Si a una cuesta abajo complicada le mezclamos piedras, ganas de llegar y cansancio…. el resultado es que se me gira completamente el tobillo y por un instante pienso” SE ACABO”. Entonces como el tobillo está caliente puedo seguir hasta que a falta de un kilómetro veo a Iñaki que se ha quedado con chirrinta el jodido y me acompaña corriendo hasta que llegamos a la altura de Juan, “foto para el recuerdo” y para abajo que no queda nada.
Me coloco el chupete en homenaje a la personita que he llevado en mi pensamiento durante los 18 kilómetros (aparte de a su mami claro) y tras 2 horas 20´ entro en meta, feliz de haber completado mi 1ª carrera de montaña.
Un 10 para la organización y para la gente que vino a animar que hacen que las carreras en el País Vasco sean especiales.
Gracias a Iñaki y a Juan por el madrugón y venir a animarme. La siguiente es contigo Gato!!
Aunque no dejaste venir a tú mami!! Esta carrera te la dedico a ti HIJO MIO.
Por cierto yo de las montañas no me bajo, ya que aunque es muy duro, la recompensa hace que se olvide todo el sufrimiento.
Hasta la próxima!!!!
Os vais superando con cada crónica y cada vídeo, me ha encantado, está genial!!
ResponderEliminarEnhorabuena a todos sois unos cracks!!!
Pierre a ver para cuando una crónica tuya ;) mucho ánimo!!
(PINKI WINKI)